Va cobrando cuerpo, va haciéndose cada vez más tangible la soledad; ahora si que la siento como algo casi físico a mi alrededor.
Espero que, poco a poco, ese éter casi saturado de no presencia se vuelva un poco menos agobiante, más permeable a los sentimientos, e incluso, a los pensamientos; que esa mano fría que oprime mi cerebro y mi corazón vaya aflojando su garra hasta convertirse en una presencia casi acariciadora y balsámica; que la soledad se convierta en un espacio amable donde pueda fluir la cratividad, el sosiego...Yo, voy a poner todo de mi parte para que así sea.
Vale
No hay comentarios:
Publicar un comentario